Érase una vez...
Valéry, Luc y Joachim
Joachim, Valéry y Luc

En el corazón de un valle lleno de limoneros y naranjos, en Sóller, en la isla de Mallorca, tres amigos se reunieron en un jardín para degustar un Limoncello elaborado por uno de ellos. Ese día nació la idea de elaborar un Limoncello auténtico, artesanal y ecológico.

Joachim, Luc y Valéry, rodeados de este paisaje cotidiano de campos de limones, habían encontrado naturalmente las raíces de su proyecto en la propia historia de Sóller.

El valle es probablemente uno de los más bellos de Mallorca, porque es único. Rico en olivos, limoneros y naranjos, está situado en el noroeste de la isla, entre el mar y la montaña, en el corazón de la Serra Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las plantaciones de limón son magníficas gracias a la abundancia de agua de la Serra Tramuntana, el sol mediterráneo y el viento del mar. Conocidos por su calidad organoléptica, deliciosamente perfumada y aromáticamente excepcional, los limones se cosechan cuando están completamente maduros.

Los primeros cítricos llegaron a Sóller hace más de 600 años, en las bodegas de los barcos árabes. Su cultivo transformó no sólo el paisaje sino también la economía del valle. Durante siglos, Sóller ha sido un rincón fértil y virgen de la Serra de  Tramuntana, donde el cultivo y la calidad de los cítricos han contribuido al desarrollo económico de la región. Su historia también está profundamente ligada a Francia: de hecho, muchos limones salían directamente del Puerto de Sóller hacia Port-Vendres, Sète, Aigues-Mortes o Marsella; primero en barcos de vela (llaúts) y luego, desde principios del siglo XX, en vapores que también transportaban naranjas, aceite de oliva, higos, almendras y vino.

Los diferentes cultivos del valle permiten la elaboración de productos locales de gran calidad, como helados, mermeladas, vinagres, perfumes, jabones, aceite de oliva virgen... Faltaba un limoncello ecológico creado en Sóller: nació en el corazón de este valle.